3.27.2007

CUEVA DEL TORNO, RÍO AGUASMULAS-5

SENTADO EN LA PIEDRA

Otra como ésta, me ocurrió cuando yo era pequeño. Estaba de porquerete, con perdón tuyo, más arriba de Pontones en un sitio que le dicen la Fuente de la Puerca. Los tenía en las “landreras”. Engordaban con eso. Hombre no había otra cosa. Son unas matas que se crían en los espinos majoletos. Salen así como unas patatas y eso es bueno, con eso engordan mucho. Pero es muy fuerte. Eso pica mucho. La primera vez que lo catan se arrascan en la barriga y todo de lo fuerte que es. Pero que es muy bueno también para alimentarles.

Y yo estaba allí y me los dejaba de noche y venía hasta donde estaba mi hermano. A un sitio que le dicen Poyo Pinar en la punta arriba de la Piedra Aguasmulas. Había un cenajo y allí estaba con el ganado. En el poyo aquel teníamos el hato en un covachete. Pues aquella noche fue de viento y lluvia y yo venía empapado hasta los huesos. Traía un capote que aquello era de lona, pero aquello ya no me quitaba agua ninguna. Llego chorreando al covacho. Pero con temporal tan grande mi hermano se había dicho: “Ese se ha ido a las Hoyas de Albaldía”. El no se esperaba que yo fuera a venir. Pasé una noche de infierno. Los pantalones que tenían eran de pana colorada y se me “entintaron”.

Pasé la noche sentado en una piedra que había y liado en una manta. Por pocas me muero, pero me amaneció y al otro día por la mañana me vine a la Fresnedilla. Había una tía mía y allí ya me reconforté. Ya, a pique de haber peligrado, pero en fin: me escapé, no pasó nada.

En este momento, que se ha sentado en el suelo, sobre las hojas secas de los pinos, se rebulle buscando una mejor postura. Quiero dejarle el asiento de la silla y me dice:
- No, si yo estoy bien aquí. Me conviene recostarme sobre el tronco del pino porque me sirve de apoyo. Ya necesita un apoyo. También, para que lo sepas, te voy a decir que yo lo que más he guardado han sido vacas. Antes había muchas vacas en estas sierras. Recuerdo que una vez, una de ellas, metió el pie en la raja de una piedra y no la podía sacar. Metió la pata por donde era más ancho y al tirar, lo fino de la pata, se le vino a la canilla y ya no la podía sacar.

Aquello fue un problema porque la vaca era muy borde y no dejaba que me acercara a ella. Tuve que ideal cómo salvarla y lo que se me ocurrió fue coger una soga. Por detrás del animal, me acerqué, con la soga le enganché la pata, tiré de ella para atrás y en ese momento ella quiso darme una patada y fue la solución. Al echar la pata para atrás, tiré yo y la saqué de la grieta. Tenía yo entonces quince años.

Ahora, ya que llevo mucho tiempo viviendo en este poblado, de vez en cuando me acuerdo de aquel sitio. Me acuerdo de todo. Me da alegría de ir a donde viví. Recuerdo yo con especial cariño una cueva, entre las muchas que por allí hay, que le dicen el Poyo del Agua. Dentro de la misma cueva nace una fuente. Hay una pila y cae allí el chorrillo. Aquello no se ve. Pasa uno a cinco metros de la entrada y no ve la cueva. Toda la puerta esta tapada con los bujes. Pero es una cueva que da gusto de ver. Hasta das allí una voz y retumba y aquello da gloria. El agua es buenísima. De la mejor que puede uno beber.
- ¿Cómo me has dicho que se llama?
- Eso se llama la Cueva del Agua.

Por allí sale una garita, un poyo con un camino por donde podían subir las bestias y todo. Por eso te decía que aquello se llama el Poyo del Agua. Va a salir a las Pegueras. A la entrada del Cinto de Majatraga, enfrente de la Fresnedilla. De lo que había por aquellas tierras, ya verás tú si me acuerdo. En la aldea de las juntas vivía una hermana de mi madre, mi tía Consuelo y un tío mío que le decían Demetrio. Que era el padre de uno que he nombrado que le dicen el “cojo de la Fresnedilla”. Ese es primo hermano mío.

Que Majatraga y, haciendo un descanso, se le dice porque allí había una majá donde se guardaba mucho ganado. Como entonces había bichos por la sierra, llegaban y se comían a las ovejas, las cabras o lo que fuera. Por eso le pusieron el nombre de Majatraga. Que los bichos se tragaban todo lo que pillaban.

No hay comentarios: