5.05.2007

CUEVA DEL TORNO, RÍO AGUASMULAS-30

LA ÚNICA CABRA

- Y lo de aquella única cabra que os dejaron cuando os quitaron todas las demás ¿por qué fue?
- Mi mujer ya estaba enferma. Delicada como ahora, pero entonces no podía comer la mayoría de las cosas. Teníamos la cabra para darle la leche y vino el médico. Hizo un papel en el cual indicaba que necesitaba la leche de la cabra para alimentarse. Fui al ingeniero, le pedí ese favor y me lo concedió. Me firmó el papel y a partir de entonces sólo nos quedó una cabra. Don Mariano fue aquel ingeniero. Ese fue el que mandaba, por aquellos tiempos en toda estas sierra. Pero claro, ya se vez que esto y otras muchas cosas, eran favores que ellos nos concedían y de este modo nos iban demostrando que teníamos que estar sometidos a su voluntad. Que la sierra era de ellos y que si nos dejaban todavía un poquito más andar por algún sitio, era porque querían portarse bien con nosotros. Es lo que decía mi hermana.
- ¿Qué es lo que decía?
La hermana que está sentada en una de las sillas casi de juguete, junto a él y en patio de la casa de ella, habla y dice:
- Yo decía y sigo diciéndolo que si hubiera tenido hijo no habría firmado jamás los papeles que me entregaron para la “dexpropiación” de mis tierras. Si no hubiera firmado hoy me alegraría. A las colmenas le eché yo mucho dinero. Me gasté lo poquito que nos dieron. En el Poyo de la Higuera mis padres tenían una gran propiedad heredada de mi abuela y todos sus hermanos.

No hay comentarios: